Publicado 10/05/2020

Esa parábola magnífica fue una explosión de alegría

Entrada original de Pepe Baquer

José Manuel Marco Sanz, jugador del Club Deportivo Caspe en la década de los setenta, fue uno de los aficionados caspolinos que estuvo presente en París cuando el Real Zaragoza ganó la Recopa

Al igual que los jóvenes caspolinos que empiezan en la Escuela de fútbol tienen como primer referente el Club Deportivo Caspe, para todos en Aragón el siguiente peldaño es el Real Zaragoza. Un Real Zaragoza que hoy, hace veinticinco años, conseguía un hito en su ya dilatada historia, la Recopa de Europa frente al Arsenal FC. en el Parque de los Príncipes de París:
"La emoción del viaje, para empezar. Era un viaje largo, a París, que era un sitio bonito de ver y luego el ambiente.
Nosotros fuimos en tren. Un tren que estaba absolutamente lleno de gente.
Con respecto al partido. El partido creo que fue más interesante por la televisión. En el campo, como estábamos más centrados en animar y en gritar, bueno, pues, la cuestión táctica tampoco nos fijamos mucho.
El gol de Nayim. Nosotros estábamos en esa portería, detrás de esa portería. Estábamos todos pensando, nerviosos, en los penaltis, y de pronto vimos un balón que se iba al cielo, y claro, esa parábola magnífica cuando… cuando bajó y entró en la portería, bueno, aquello fue la explosión de alegría increíble, los abrazos, había gente llorando, había gente que te daba besos que no… fue, fue impresionante. Realmente impresionante."